33 - Julio 2004. Amores         

 

MEDIO

FECHA

TÍTULAR

AUTOR

A hombros de trabajadores

07/04

UNA BODA DE TRES

Jairo del Agua

Boletín Salesiano

07-08/04

NO NOS ENGAÑEMOS

Siro López

ECLESALIA

01/07/04

ANOCHE TUVE UN SUEÑO

Isabel Gutiérrez Teja

ECLESALIA

07/07/04

LA RELIGIÓN… ¿OPIO DE LOS PUEBLOS?

Jaime Barcón

ECLESALIA

08/07/04

OBEDIENCIA Y LIBERTAD DE CONCIENCIA

Jordi Bisbe I Fábregas

ECLESALIA

09/07/04

'¿TODAVÍA CURAS OBREROS?'

Luis Díaz Maestro

ECLESALIA

12/07/04

TIERRA PARA EL PUEBLO

Matías Camuñas

ECLESALIA

16/07/04

'MODELOS DE MUJERES CRISTIANAS EN ANDALUCÍA, ¿MANTENEDORAS O RENOVADORAS DE LA SITUACIÓN ECLESIAL?'

Mujeres y Teología de Sevilla

ECLESALIA

19/07/04

PRINCIPIOS ÉTICOS Y PRÁCTICAS LIBERADORAS DE LAS RELIGIONES

VV.AA.

ECLESALIA

23/07/04

NUESTRAS MISAS: ENTRE LA CELEBRACIÓN Y LA BLASFEMIA...

Juan Pablo Gasme

ECLESALIA

27/07/04

EN FAVOR DE TODOS LOS VERDADEROS MATRIMONIOS

VV.AA.

ECLESALIA

27/07/04

MATRIMONIO DE HOMOSEXUALES

Juan Luis Herrero

ECLESALIA

27/07/04

FALTA DE DELICADEZA EN LOS OBISPOS

José Centeno García

ECLESALIA

30/07/04

¿HACIA DÓNDE CAMINAMOS?

Luciano E. Perrotti

 

A hombros de trabajadores*, Nº 412, Julio 2004

UNA BODA DE TRES

JAIRO DEL AGUA, jairoagua@caminantes.jazztel.es

¡Vaya invitación, tú! Quien más, quien menos, está invitado a una boda en este tiempo de cerezas y nupcias. Pero sustos no, por favor. Sé que vivimos en una época de oscuridades, desorientaciones y perversiones, mas esto de una boda a tres se pasa de castaño oscuro.

Así que, ni corto ni perezoso, llamé a Ana, la novia bonita, joven y directora de una oficina bancaria. Esta chica no es sospechosa de desvaríos ni excentricidades, pero yo necesitaba una explicación urgente. Además, nos convocaba en una ermita católica, allá por las montañas astures. ¿Se habrá vuelto loco el Cura? No -me dijo con voz dulce desde su móvil- ni yo, ni mi novio, ni el dominico que nos casa estamos locos, pero tendrás que venir para comprobarlo.

Ya tenía decidido asistir. Frecuentar gente buena es un oasis para mi espíritu. Pero la curiosidad me hizo enjarciar el Seat a toda prisa y navegar al norte en compañía de mi esposa. El día señalado, antes de la hora prefijada, entramos en aquella solitaria ermita y nos sentamos en lugar estratégico para no perder comba. En su momento las gaitas enhebraron la marcha nupcial, los novios ocuparon sus sitiales y la santa Misa comenzó solemnemente. Suspiramos aliviados, ha sido una broma, se trata de una boda preciosa pero "normal".

Tras el compromiso y los anillos todo se paró. El silencio sobrevoló al centenar de invitados y el celebrante esperó, quieto, tras el altar. Alguien golpeó la puerta de la ermita y por los altavoces se oyó: “Estoy a la puerta llamando, si me oís y me abrís, entraré y comeremos juntos” (Ap. 3,20). "No os dejaré abandonados nunca…" (Jn. 14,18).

Los novios respondieron: “No esperes, entra en esta familia recién fundada y no te vayas nunca. A eso hemos venido ante este altar: a abrirte la puerta de par en par, a hacer un pacto de fidelidad entre nosotros y contigo. Queremos que nuestro amor sea reflejo de tu Amor. Entra, entra y toma asiento. Aunque… si te somos sinceros, nos da un poco de miedo tenerte tan cerca. A veces nos asusta pensar que eres tan exigente y cuadriculado como algunos te pintan".

Y volvió a oírse la Voz: “No tengáis miedo, porque habéis encontrado gracia delante de Dios” (Lc. 1,30). “Mi yugo es suave y mi carga ligera” (Mt. 11,30).  “No tengáis miedo, tened fe y basta” (Mc. 5,36).  “Seguid unidos a mí, que yo seguiré estando con vosotros” (Jn. 15,4).  “No tengáis miedo, queridos míos, porque vuestro Padre ha decidido daros el reino” (Lc. 12,32).

Los novios añadieron: “Este mundo nuestro no es fácil, Tú lo sabes. Hay que pelear mucho para salir adelante. Nos acosan los trabajos, los otros, nuestro propio cuerpo y tantas circunstancias adversas. Y además nos asusta el futuro con sus responsabilidades, sus novedades, sus peligros y todo eso”.

La Voz se hizo aún más suave y cariñosa cuando respondió: "Venid a mí cuando estéis cansados y agobiados, yo os aliviaré" (Mt. 11,28).  “Hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados. No tengáis miedo. Vosotros valéis más que una bandada de pájaros” (Mt. 10,31 - Lc. 12,7). “La Paz os dejo, mi Paz os doy. No estéis angustiados, ni tengáis miedo” (Jn. 14,27). “Nada podrá haceros daño…” (Lc. 10,20). Alegraos y celebrad vuestra boda pero, sobre todo, “alegraos porque vuestros nombres están escritos en el cielo” (Lc. 10,20).

La ceremonia continuó pero una Presencia invisible se palpaba en aquella ermita. Se nos humedecieron los ojos y un nudo en la garganta nos impidió acompañar los cantos.

Más tarde, al finalizar el banquete, Ana nos confió en un aparte: "Hemos querido vivir el Sacramento del Matrimonio en su auténtico sentido: como signo del Amor de Dios en el que se sumerge la pareja al casarse. Sabemos que el matrimonio católico es un matrimonio de tres. Hemos querido resaltar ese compromiso público entre los tres: un tú, un yo y un Él. Queríamos un matrimonio de por vida y sabemos que éste lo será porque nuestra limitación humana queda superada por la Presencia de un Tercero que nos bendice, nos impulsa, nos defiende y nos abraza. Sus palabras -las habéis oído y no pueden fallar- son sumamente pacificadoras y vivificantes".

Yo la miraba con ojos de plato mientras pensaba: ésta es una mujer coherente. Al terminar, mi esposa me susurró al oído: estos chicos serán felices. ¡Lo serán, ya lo creo!

“A hombros de trabajadores” es una publicación de las Hermandades del Trabajo: hermandades@planalfa.es

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Boletín Salesiano, julio-agosto de 2004

NO NOS ENGAÑEMOS

SIRO LÓPEZ, siro@sirolopez.com

El amor no puede ser un esfuerzo. Ha de ser como la respiración, un estado. Si alguien ama con esfuerzo llegará un momento en el que se cansará y se sentirá vacío pues no le ha nacido del corazón, sino de la cabeza. Cuando se ama desde la cabeza se posee un discurso aparente, incluso espiritual, pero tarde o temprano ese esfuerzo pasa factura. Amar discursivamente es ser “terrorista camicace”, destruyéndose a sí mismo y a quienes viven o circulan a su lado. El cuerpo somatiza la vida apasionada o el tiempo llenado de trabajo, de sublimaciones y de justificaciones. Sí, basta ver el rostro para comprobar las cicatrices del desamor y de la tristeza, del vacío y de la falsedad. No merece la pena, no compensa.

Es preferible amar al prójimo, y por lo tanto a Dios, desde el corazón. Respira y verás.

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ECLESALIA, 1 de julio de 2004

ANOCHE TUVE UN SUEÑO

ISABEL GUTIÉRREZ TEJA, monja trinitaria

SUESA (CANTABRIA).

ECLESALIA, 01/07/04.- Nos ha tocado vivir un tiempo apasionante, lleno de convulsiones, de desasosiegos, de incertidumbres, de situaciones desconcertantes que impiden que te puedas acomodar y seguir, al mismo tiempo, el ritmo de la vida. En esta situación que vivimos los hombres y mujeres de hoy también está la Iglesia, la vida religiosa y, cómo no, la vida contemplativa trinitaria, en la que me encuentro yo.

En este "trajín" que tiene la vida estamos metidas las comunidades monásticas. Y por mucho que haya quien se empeñe en hacer de los monasterios "islotes", no deja de ser una situación alejada de la realidad, alejada de la vida y, por lo mismo, alejada del lugar que están llamadas a ocupar en la Iglesia y en la sociedad las comunidades monásticas. Y es que muchas de estas comunidades están empeñadas en construirse como fraternidades que acerquen a las mujeres y hombres del siglo XXI un estilo de vida alternativo, convincente y atractivo, frente a la pérdida de valores que oferta la sociedad en la que vivimos. Sociedad, por otra parte, de donde salen los miembros de esas mismas comunidades.

Y en estas reflexiones metida, anoche tuve un sueño... Soñé que, en esta lucha de "buscadora" que llevo dentro, me puse en camino en pos de monasterios que pudieran darme luz a las incertidumbres y luchas que siento, que pudieran decirme algo sobre los grandes interrogantes que me inquietan.

Y caminando, caminando... pasé unos montes, crucé el mar y llegué a un valle... y allí, en un lugar un tanto solitario, -a mí se me antojó muy verde-, encontré un monasterio erguido en su soledad, levantando su cresta a los vientos que le azotaban implacable. Sentí que no podían con él. Le vi vetusto, con aire de apertura y a la vez encerrado sobre sí mismo, con algunos toques de modernidad pero manteniendo un asombroso sabor a antiguo.

Caía la tarde. Me acerqué tímidamente y llamé a la portería de este inquietante lugar. Me atendió una hermana y le expresé cuál era el motivo de mi llegada: la búsqueda. La hermana, amablemente, me hizo pasar a un sencillo recibidor. Esperé un rato. Me dediqué a ojear aquel lugar.

Pronto llegó otra hermana. Ni joven ni mayor, menos de media edad. Acogedora y sencilla escuchó mis inquietudes, lo que llevaba dentro.

Se acercaba la hora de Vísperas y me invitó a participar con la comunidad. Acepté encantada.

Entré en un recinto sobrio, con pocos elementos que distrajeran la verdadera misión de acudir allí: un sagrario que hablaba de la espiritualidad de la comunidad, unos sencillos bancos y, en un lugar discreto, unos cojines y unos banquitos para orar en el suelo. Olía a sencillez, a pobreza. Las Vísperas fueron cantadas en un sencillo gregoriano. Rápidamente se creó un clima de oración. El canto, los silencios, una pequeña introducción a cada salmo, la falta de prisa... todo dejaba notar que el tiempo no contaba, que el tiempo era sencillamente para Dios... que el tiempo era Dios. Concluida la liturgia se hizo un plácido y profundo silencio dando con ello paso a que cada hermana fuera introduciéndose en la oración personal.

La cena fue igualmente sencilla y sobria, yo diría que frugal.

Al concluirla dedicaron un tiempo a compartir juntas. Hubo diálogo, se puso en común las penas y alegrías de cada hermana al final de la jornada. Noté cómo eran sensibles a las exigencias de la vida monástica de hoy. Cómo buscaban, volviendo la mirada a los orígenes, sus raíces, su tradición... Gustaba escucharlas... ¡eran "buscadoras"...! No estaban de acuerdo con muchas cosas que vivimos en los monasterios, sobre todo los femeninos. Noté que tenían empeñado mucho en la defensa de la mujer-monja. Así fueron pasando los días, tenía que regresar. En mi camino de vuelta iba recordando las vivencias y convivencias, los diálogos y las apuestas fuertes de aquellas mujeres... Y desperté...

Al hilo de aquel sueño hago un bosquejo de cómo entiendo ha de vivir y ser una verdadera comunidad trinitaria monástica femenina...

Comunidad: de mujeres que viven en comunión su experiencia de creyentes, que comparten su fe inquebrantable en el Dios de Jesús; de mujeres que oran unidas, que buscan responder al Plan del Padre desde la Verdad, el Compromiso, la Fidelidad, que crean espacios y tiempos para la adoración, la alabanza, sencillamente para "estar"; que se "provoca" en la oración diaria a vivir en autenticidad , libertad;  de mujeres responsables, maduras, que luchan por superar la distinción hombre-mujer, por desterrar el apelativo "monjitas", por acabar con el quebrantamiento de los derechos fundamentales de la mujer-monja, que son ellas. Que trabajan por una formación sólida, estructurada;  que se analiza en su estilo de vida para vivir en humildad y sencillez; que busca acercarse y compartir con talante de pobre, de "anawin"; que expresa su sentir, su ser en actitudes de solidaridad, de apertura, de acogida; que avanza, en algunas ocasiones en medio del descrédito, hacia la libertad evangélica, la independencia, la madurez, construyendo su comunidad "al margen" de ingerencias externas, de personas ajenas a ella, en muchos casos desconocedoras del mismo carisma monástico; que levanta la "voz" con su estilo de vida rompiendo actitudes acomodadas, engañosas, oscurantistas;  que cada día se confronta, se autocrítica, dialoga sus conflictos, sus diversidades y se va construyendo desde la acogida de esos mismos y diversos pareceres;  que, cada día, antes de sentarse para compartir la mesa de la Palabra, la mesa de la Eucaristía, la mesa de la Fraternidad, se sientan juntas en la mesa de la Reconciliación para ofrecerse mutuamente el perdón, hecho de gestos concretos de comprensión, de disculpa, de ternura, de bondad que va haciendo el tejido comunitario bello y armonioso, fuerte y seguro, profundo y arriesgado, sereno y comprometido;  que se experimenta como un regalo de Dios, como un don, pero también como un compromiso, como una tarea;  comunidad que contempla extasiada cómo Dios se revela y sucede aquí y ahora.

Y a partir de ese sueño... sueño, dulce sueño... buscado sueño... soñé, esta vez despierta, que en medio de estas incertidumbres surgían unas comunidades trinitarias monásticas que lucían con luz propia, que tenían algo, mucho, que aportar en este camino que entre todos vamos haciendo.

En el sueño descubrí unas comunidades que vivían en actitud de "buscadoras", sencillamente buscando. Esto las daba un talante de sencillez, de humildad que se conjugaba con una intrepidez que las hacía fuertes y sin miedo en medio de las dificultades que encontraban a veces en los superiores, en las normas, en las críticas, en la incomprensión. Veía unas comunidades que se dejaban invadir por la mística de la comunión con Dios, con las hermanas y hermanos, con la creación. Que estaban alejándose de la estructura que impide el encuentro, la fraternidad universal.

Veía unas comunidades que no tenían miedo a equivocarse, a la inseguridad que ofrece el Evangelio, la Buena Nueva de Jesús. Que ejercen su profetismo siendo anuncio y denuncia con la vida y la palabra de la urgente necesidad del retorno al "encuentro" vivo y profundo con Dios Padre, de ser testigos convincentes de Jesús, guiados e introducidos por el Espíritu en esta gran aventura.

Y aquellas comunidades de hermanas vivían sin prejuicios, sin ataduras, sin interferencias extrañas entre Dios y ellas. No dejaban que "la pirámide" las aplastara. Eran una luz roja, señal de alarma contra las leyes opresoras, obsoletas y rígidas de las comunidades monásticas femeninas. Se abrían al "indicador" del camino, evitando quedar retenidas cuando éste se convertía en meta.

En definitiva soñaba, soñaba, soñaba que estas comunidades trinitarias femeninas denunciaban la falta de maestras y maestros místicos, que enseñen los caminos espirituales.

Soñaba fraternidades que se presentaban en nuestro tiempo, sin complejos, abriendo y enseñando caminos de libertad, de experiencia de lo divino, desenterrando la mística cristiana, ayudando a descubrir tesoros y vivencias insospechadas: mujeres como Ángela María de la Concepción, Hidelgarda de Bingen, Gertrudis de Helfta, Teresa de Jesús, y hombres como Juan Bautista de la Concepción, Eckart, Juan de la Cruz, Spinoza, y otros... y otras... Y esto, porque estamos en un momento histórico que necesita acompañantes espirituales, maestras y maestros de interioridad, más que legisladores, en torno a los cuales se formen grupos de personas que sean introducidas en la comunión de Amor de Dios Trinidad. Guías que ayuden a crecer espiritualmente, que, desde su propia experiencia, desde su propio camino, inviten a otros a andar a su lado convencidos y convencidas de que es también su camino.

Guías que no pretendan poseer la única verdad ya que eso sería indicio claro de no haber alcanzado la puerta de la mística.

Guías que ofrezcan un camino atractivo y factible y que, a la vez, inspire confianza.

Este SUEÑO puede ser intuición de las comunidades trinitarias monásticas del futuro.

Sueño, sueño, sueño... y veo que esto comienza a hacerse realidad.

Casa de la Trinidad: www.montrinisuesa.net 

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ECLESALIA, 7 de julio de 2004

LA RELIGIÓN… ¿OPIO DE LOS PUEBLOS?

JAIME BARCÓN

CARACAS (VENEZUELA).

ECLESALIA, 07/07/04.- Después de la muy interesante y amena charla con la que nos obsequió el Dr. Enrique Alí González en la reunión mensual de PROTEOLOGÍA sobre el tema de "Religiosidad popular" una inquietud quedó flotando en el ambiente. Si las manifestaciones de religiosidad popular son numerosas entre los católicos, los musulmanes y los cristianos ortodoxos, pero no entre los protestantes, ¿no habrá una correlación entre religiosidad y subdesarrollo? ¿Entre religiosidad y "tercermundismo"?

A nadie se le escapa que la religión, como toda ideología, es un arma de doble filo. Puede ser liberadora u opresora. Al pueblo de Israel lo liberó de la esclavitud en Egipto, pero fue opresora para el pueblo cananeo en lo que es hoy Palestina. A la caída del Imperio Romano sirvió para rescatar valores importantes de toda civilización, pero posteriormente se utilizó para justificar innumerables arbitrariedades de las clases dominantes además de unas muy sangrientas e imperialistas cruzadas. El Islam permitió la unificación y progreso de tribus nómadas dispersas muy primitivas. En la conquista de América, la evangelización sirvió de excusa para innumerables desafueros, pero hubo voces que se levantaron recordando el Evangelio como la de Bartolomé de Las Casas. La religiosidad cristiana de un Martin Luther King inspiró uno de los movimientos de resistencia pacífica frente a la discriminación racial más extraordinario de toda la historia. El doble filo consiste en que las ideologías al dar unidad de propósito a ciertos grupos humanos, éstos no tardan en utilizarla contra otros grupos humanos e internamente para oprimir a sectores o clases de la misma sociedad.

¿Y qué decir del papel que juegan las religiones en los momentos actuales? Ante todo es importante no sobreestimarlo sin negar su importancia. Los enfrentamientos que observamos en este mundo globalizado son más por los recursos naturales y por niveles y estilos de vida, que religiosos. A escala mundial estamos presenciando la confrontación entre los llamados "primermundistas" y los "tercermundistas". Grosso modo son los primeros los que están "in" en el aparato productivo y los segundos los que están "out". Estar "in" supone que hay demanda en el mercado de trabajo para sus habilidades; en caso contrario se es un "marginal". En un mismo país mal conviven unos y otros; es el porcentaje de los mismos lo que se suele utilizar para clasificar a los países. Lo anterior determina el nivel de ingreso personal que se hace en general en proporción a la calidad del trabajo o habilidad empresarial ocasionando que el valor del recurso natural incorporado en el producto final queda distribuido en forma muy poco equitativa entre la población.

Pasemos ahora a analizar el muy importante papel del resurgimiento de la religión musulmana en el mundo actual. Ante todo vemos que las previsiones del modernismo en el sentido de que las religiones estaban llamadas a desaparecer -pues eran "ilusiones sin porvenir" según Freud- resultaron equivocadas. Claro que el modernismo, que incluyó al marxismo, resultó ser a su vez una ideología qué como hemos visto en el caso de las religiones hay que tener cuidado de no subestimarlas. Pues resulta que el Islam está aglutinando a un gran porcentaje de población que hemos definido como "tercermundista". ¿Estará jugando un papel liberador u opresor? Se puede alegar que el imperialismo protestante anglosajón que como resultado de las guerras napoleónicas se extiende por todo el mundo y particularmente en el musulmán cometió numerosos excesos. Pero también es cierto que el Islam en muchos de esos países fue utilizado para justificar sistemas de gobierno inoperantes, es decir como un opio, pues estimulaba la sumisión a lo que las clases dirigentes invocaban como la "voluntad de Alá". En todo caso sería difícil calificar a la resistencia actual al imperialismo primermundista como pacífica aunque la Revolución Iraní inspirada por el ayatola Jomeini fue en sus inicios no violenta. La Historia tendrá la última palabra pero en todo caso no sólo el terrorismo islámico es condenable pues también lo es el talante belicista del llamado Cristianismo Occidental que resulta ser de lo más anticristiano.

En el caso de Latinoamérica es conocida la suspicacia de la administración Reagan en los EEUU sobre el catolicismo, especialmente con la aparición de la Teología de la Liberación en los 60's. No iban los asesores de Reagan del todo descaminados pues al menos reconocían el potencial de la religión como aglutinador de conciencias. Pero hay que reconocer que en este mundo globalizado todos dependemos de los demás tanto a nivel individual como de países. Tendríamos que empezar a pensar en una Teología de la Integración pues el "tercermundismo" no podría subsistir sin el primero y viceversa según estamos viendo por el fenómeno del terrorismo sea éste de origen religioso o secular. Es por lo tanto imprescindible integrar la llamada marginalidad tanto en la producción como en el consumo restando importancia al producto total y preocupándose más del reparto del mismo. Aquí el cristianismo podría jugar un muy importante papel, si deja de lado el talante belicista tantas veces invocado por el llamado Occidente y está dispuesto a aceptar lo de "la otra mejilla" naturalmente sin permitir que los violentos se salgan con la suya. Los valores cristianos necesitan ser reinterpretados incorporando los muy importantes aportes de la modernidad y la necesidad de pensar a un nivel universal o global sin excluir a nadie, incluyendo dentro del vocablo "prójimo" también a los "lejanos". Quizás de la actualización de esos valores cristianos dependa nuestra supervivencia como especie humana.

El caso de Venezuela es especialmente interesante pues la polarización que se observa es debida al equilibrio entre las fuerzas primer y tercer mundistas. Esas fuerzas ocasionan confrontaciones de una violencia extrema en otras partes del mundo. Pero en Venezuela el sincretismo religioso logrado que refleja el mestizaje étnico y que incorpora una buena dosis de cristianismo permite confiar en que se logrará la necesaria integración en forma pacífica. Ojalá -Alá lo quiera- sea así.

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ECLESALIA, 8 de julio de 2004

OBEDIENCIA Y LIBERTAD DE CONCIENCIA

JORDI BISBE I FÁBREGAS

ECLESALIA, 08/07/04.- Dividen en tres la diócesis de Barcelona, sin ser una aspiración, ni una petición pastoral compartida por una mayoría de cristianos. A Tarragona envían un obispo del Opus, sin anuencia de la comunidad. Los prelados hispanos, como retrógrados, andan hacia atrás en vez de avanzar al ritmo de los tiempos, por temor al “aggiornamento” de Juan XXIII, o porque de Roma vienen otros aires.

Hace tiempo el Vaticano expulsó de sus cátedras a varios profesores de la Facultad Teológica de Granada como José María Castillo y Juan Antonio Estrada. También impide enseñar a Leonardo Boff y censura trabajos de Teólogos, como los de Juan José Tamayo Acosta, tan libres como distantes de jerarquía alguna. La represión a teólogos libres es frecuente en estos calamitosos tiempos de obsoleta teología oficial.

También Roma da un notable protagonismo al mencionado instituto secular -semillero de altas jerarquías con visos de simonía- y a asociaciones tan integristas como Kikos”, o “Legionarios de Cristo”... Son el actual “ejército papal” tras desplazar a Franciscanos, Carmelitas y Jesuitas...

El pueblo católico sufre una auténtica crisis: crece la asintonía de la Iglesia oficial con la sociedad y con la ciencia; y se ensancha la sima abierta entre la jerarquía y el pueblo. Aquella carece de credibilidad y de autoridad, aunque mantiene la potestad (dominio y jurisdicción recibidas del aparato). El alto clero, ricamente uniformado y tocado con altos gorros asirios, practica míticos ritos incomprensibles. Sin voz autorizada, y sin capacidad de convicción. Les oímos con disgusto, sin escucharles. Sus doctrinas, insustanciales y repetitivas, nos merecen más crítica que aceptación.

Los prelados, desde sus tronos, o desde sus despachos, miran a Roma de donde vienen los arzobispados, las sedes primadas, los capelos cardenalicios... Agasajan a los Nuncios -ojos y oídos del Papa- a quienes muestran su integrismo sofocando los movimientos pro celibato opcional, pro comunidades de base y a favor de la teología de la liberación. Aceptan como irremediable el abandono de los sacramentos, el rechazo al kiosco penitencial y la insumisión a la doctrina segura. Muestran su celo en promover asociaciones “Pro vida”, el descrédito del anticonceptivo y la religión en la escuela. La calidad de esas clases y de sus profesores explotados no les preocupa. Aceptan conformistas la disminución de servidores de la comunidad, mientras vetan el servicio a casados y mujeres. Y el pueblo “adulto” crece en libertad responsable, al margen de la acción episcopal.

¿Los jerarcas católicos sienten su responsabilidad? ¿Como señores instalados son más fieles al poder de la organización que al Evangelio? ¿No dudan? ¿No participan de nuestras inquietudes? ¿Comprenden al pueblo en marcha, cada día más liberado y sin dependencia psicológica de sus paternidades? ¿Añoran la antigua sumisión de labriegos y mujeres?

Nosotros no tememos a los señores mitrados. Perdimos el miedo a equivocarnos -siempre dispuestos a rectificar ante lo razonable-. Aborrecemos los espantajos con que nos aterrorizaban en el obsoleto confesionario (vergüenza, demonios e infierno). Tampoco conformamos nuestra conciencia ni a su doctrina, ni a su praxis, sino a la recta razón cristiana. Caminamos hacia la adultez. Y siempre esperamos y suspiramos por la renovación y la unión de todos los hermanos cristianos. Unión en marcha entre unos y otros creyentes de diversas confesiones, al margen de jerarcas y dogmas, que la imposibilitan.

Estamos convencidos que el Evangelio nos concede libertad de acción y de conciencia. A la que debemos obediencia. Que el orden sacerdotal pertenece más al Antiguo Testamento que al Nuevo. Que el poder vertical en la Iglesia es ajeno al Evangelio. Que la tiara papal -tres coronas como rey político y religioso- la silla gestatoria y el “papamovil” son aberrantes. Que el Papa no es “Vicario de Cristo” -no ocupa su lugar en la tierra- ni es señor de la Iglesia, sino mero obispo de Roma. Lo demás es “papolatría”. Y su elección resulta de equilibrios políticos entre naciones y entre fuerzas intraeclesiales.

Aumenta la legión de cristianos que lucha por una Iglesia renovada, que camine junto al hombre, partícipe y no mero espectador mansamente sumiso a las arbitrarias decisiones de arriba.

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ECLESALIA, 9 de julio de 2004

Madrid, 19-20 junio de 2004

'¿TODAVÍA CURAS OBREROS?'

Comunicado del XII Encuentro estatal de curas obreros

LUIS DÍEZ MAESTRO, coordinador

BURGOS.

ECLESALIA, 09/07/04.- Un amplio grupo de curas obreros hemos celebrado este encuentro estatal bajo el lema “vivir y compartir la esperanza dentro de un mundo en cambio”. Hemos compartido vida e inquietudes, hemos reflexionado, dialogado y orado y nos hemos preguntado: ¿qué futuro tiene nuestra opción?. Y hemos buscado nuevos caminos dentro de las pautas marcadas en el último Encuentro Internacional de Curas Obreros de Estrasburgo-2002, “Caminando con los hombres y mujeres, vivimos el hoy, y construimos el futuro”. Hemos aplaudido la reciente aparición del libro de Julio Pérez Pinillos sobre “Los curas obreros en España” y el proyecto de escribir otros libros. Y nos hemos vuelto a dispersar con la esperanza renovada y la alegría del encuentro celebrado. Los ejes sobre los que hemos reflexionado han sido estos:

De Jerusalén a Galilea

La intuición básica de nuestra opción por los pobres hace tiempo la identificábamos con la clase obrera, con el proletariado. Hoy renovamos esa misma opción con nuevas presencias en nuevas precariedades pues el pobre de hoy no es tanto el trabajador asalariado fijo sino el de los nuevos trabajos precarios. El sistema neoliberal, además de explotación, produce exclusiones por doquier.

Nuestro carisma de curas obreros no está tanto en el entorno institucional, en el templo, en “Jerusalén”, sino en “Galilea”: en la periferia, en la exclusión, puesto que la inmensa mayoría de la gente está ahí, en Galilea, no en Jerusalén. El mandato de Jesús “Id a Galilea; allí me veréis”(Mt 28,10) es una invitación a vivir el seguimiento de Jesús en la periferia, en una dedicación prioritaria a las nuevas pobrezas, y a vivir nuestra misión evangelizadora con los de fuera, con los de lejos, a quienes la Iglesia institucional dedica menos empeño.

“Uno de tantos” (Filip 2,7)

La Iglesia en cuanto institución no se ha situado en el lugar social que le es más auténtico: entre los empobrecidos. Hace tiempo se dijo que la Iglesia había perdido a la clase obrera. Hoy experimenta un nuevo retroceso y repliegue sobre sí misma, con corrientes integristas y un neoconfesionalismo que le aleja de la mayoría . Ella se queja de la indiferencia religiosa, pero el lenguaje e intereses eclesiásticos resultan ajenos a la vida de la gente.

Nuestra opción de curas obreros nos ha llevado a situarnos en la escala más baja de la sociedad, asumiendo los valores de los de abajo, viviendo nuestro servicio en primer lugar como presencia (“estar con”, “vivir con y como...”, acompañar), en un proceso de des-profesionalización del ministerio, viviendo de un trabajo civil, no religioso y desclericalizado, renunciando al status clerical que desclasa. Desde un estilo de vida sencillo y de austeridad compartida, procuramos impulsar un proceso liberador dentro de las organizaciones populares, sin protagonismo, estando en ellas como uno más y, a veces, como un “don-nadie”. Desde esa presencia creemos en una Iglesia comunidad de iguales, en la que nuestro ministerio sea un servicio y no un privilegio. El misterio de la encarnación se convierte para nosotros en núcleo de nuestra espiritualidad y compromiso.

“Etsi Deus non daretur” (“Aunque Dios no existiese”)

Con esta referencia del creyente Bonhoeffer nos referimos al convencimiento de que la secularidad es uno de los signos de nuestro tiempo que hay que a aceptar lealmente. Tenemos la sensación de que la jerarquía eclesiástica mira al mundo con reticencia cuando no con rechazo. Su mismo lenguaje resulta muchas veces ajeno a la gente de hoy. Parece que gran parte de la jerarquía está contra la sociedad secular y se siente atacada, queriendo recuperar una cristiandad donde tener el control y el poder, como en otros tiempos.

Creemos que la Iglesia tiene una misión evangelizadora, no de “cristianizar” sino de anunciar la Buena Nueva y trabajar por el Reino de Dios. Muchos cristianos y cristianas dentro de la Iglesia nos sentimos llamados más al servicio del Reino que de la propia Iglesia, más al anuncio profético y liberador que a la defensa del dogma y la institución.

Creemos que la sociedad actual tiene unas características de secularidad, de interculturalidad y mestizaje, que no sólo merecen respeto, sino que son ocasión para valorar lo humano en sí mismo, sin añadidos religiosos. Trabajar por la dignidad humana “como si Dios no existiese” es trabajar por el Reino de Dios aunque no se exprese religiosamente. Para nosotros, creyentes, en lo más profundamente humano está Dios presente, aunque callado. La gloria de Dios es la dignidad humana. Por eso, nuestra presencia y nuestro compromiso en este mundo secularizado no es “confesional” sino “como si no fuéramos curas”. Esto no nos impide confesar a Jesús como nuestro Maestro cuando lo juzgamos oportuno o nos preguntan por nuestra razón de ser.

“¿Dónde están los profetas?”

Creemos profundamente que la vida es el lugar privilegiado de la presencia y la acción de Dios. El profeta interpreta el paso de Dios por la realidad. Ese convencimiento nos lleva a un estilo de espiritualidad profundamente vital y vitalista. No una espiritualidad de mucha práctica religiosa sino la espiritualidad que te quema con la pasión de Dios por los pobres.

Creemos (con Malraux y Rahner) que nuestro siglo será de místicos o no será. El mundo, la Iglesia y nosotros mismos necesitamos esa mística como fuente de nuestra espiritualidad. Dios es Padre-Madre en cuyo seno-útero lleva todo el universo; pero no somos “fetos” pasivos; el gozo de Dios-Madre es vernos autónomos, aunque nunca nos deja de su mano ni rompe la comunión. Esa comunión de amor es la fuente de nuestra espiritualidad.

Por el Bautismo todos somos profetas y nos sentimos llamados a ser mensajeros y colaboradores del anuncio profético: en su dimensión de denuncia, desenmascarando la inhumanidad del sistema neoliberal y la injusticia presente en tantos ámbitos; y también anunciando positivamente la Buena Nueva liberadora para los pobres, sabiendo que anunciar no es sólo “decir”, sino “hacer” con hechos significativos. Y como esa Buena Nueva nos hace felices al poder vivirla nosotros, nos hace también capaces de transmitirla con alegría.

Para más informacióninfo@curasobreros.com    /    www.curasobreros.com

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ECLESALIA, 12 de julio de 2004

TIERRA PARA EL PUEBLO
Cuando la lluvia nos refresca con su mensaje de misión agradecida

MATÍAS CAMUÑAS, parroquia San Buenaventura. 10/06/04

CIUDAD GUAYANA (VENEZUELA).

ECLESALIA.-Esta lloviendo en Guayana y todo el verdor dormido en meses de sequía brota con una fuerza impresionante. Las rosas del jardín del amor parroquial están reventando en mil colores, mientras que las isoras bien uniformadas proyectan la belleza de la vida. El pasillo de los helechos compite con el corredor de las esculturas, la lluvia de la noche ha llenado el ambiente de silencio, de quietud, de serena paz después de un día de trabajo y movimiento. Se despiden los 22 jovencitos de kárate, se marcharon los coordinadores del campeonato de futbolito anunciándole a nuestro equipo –paramaconi.san buenaventura- que el sábado tiene encuentro contra La Antena. ( en el primer encuentro nos estrenamos con victoria 4 a 3 sobre Sabana de piedra, un duro rival). Esta noche estuvo ensayando Ricardo Dorado con la cantoría, el equipo de teatro practicaba y el grupo de NA se reúne en la habitación conocida como attawanadi, que durante la tarde recibió a los integrantes de la clase de flauta. El martes se reúne la Legión –un praesidium- y hoy estaban en la oficina grande las pastorales de la tercera edad, evaluando el encuentro del pasado sábado con las 6 parroquias de la diócesis donde existen clubes de la tercera edad. Y hoy también fue día de limpieza y solidaridad. A las 7 a.m. llegó la licenciada del laboratorio y a las 8 a.m., 57 trabajadores que aspiran a un empleo en TOCOMA se hacían el despistaje de hernias con la doctora Tibisay. Odontología abre a las 8.30 a.m. Un día animado. Estuve todo el día en casa, menos una escapadita a la funeraria y una visita con las mujeres del Roble a la casa de Angel, parapléjico después que le dispararon para robarle el carro, dejándole mal herido. La violencia sigue llenando la vida de nuestros jóvenes. Noticia del periódico local: 5 asaltantes de un banco son abatidos por la policía. Tres de los atracadores logran huir con el botín millonario. Cuatro de los muertos son feligreses, de Manoa, de gente más o menos bien. A tres de ellos los velaron en la comunidad y me llamaron para rezarles. La familia dice que los jóvenes fueron detenidos en el banco y que se los llevaron a un campo de Cambalache, y que allí los torturaron y después los ajusticiaron. Uno de ellos tenía varios moratones en la cara, las muñecas las tenían rotas, Alexis José Leiva tenía la piel de la cara arrancada y en el pecho la señal de una bota. Y que el dinero lo tiene la misma policía. Esta gente está rota por todas partes. Antes el dolor de la muerte de su hijos, esa clase de muerte pero no se atreven a denunciar porque les da pena, porque es cierto que estaban atracando. ¡Que vaina! Hay una invasión inmensa de dolor. Porque estas muertes han llegado justo días después del brutal crimen de Lusaíta, una adolescente de 14 años, desaparecida y encontrada violada y estrangulada. Esa niña, no hace un mes que estuvo aquí en la parroquia y frecuentaba CEPRONIT, ese centro de niños trabajadores a los que no se les permitió ser niños.

Un repaso al mes de Mayo, en esta ocasión me sentí vecino del barrio vecino y fue varias noches al rosario. Conocer la casa, la familia, la gente que participa, la casa de la gorda sin una silla pero con mucho amor, y los niños participando, en paramaconi destaca el grupo de jóvenes, animados, una nueva estampa de juventud, varios de ellos son de la legión de María, están en equipo deportivo, otros en el grupo de danzas Tambó San Buenaventura, dos de ellos en el equipo de kanotaje en el club náutico y se hacen oraciones y acción de gracias y lectura del día, reflexión y un ambiente bello. Me gustó el rosario en comunidad que se vivió en la comunidad vecina. El último día, un chocolate comunitario puso fin a esta experiencia de buenos vecinos del mes de Mayo. Como les digo, la vida sigue. Comenzamos nuevos cursos de capacitación: peluquería, serigrafía y lencería. Y a principios de mes, el de vuelvan caras, de electrónica. Y entre tanto, seguimos con el de autoestima y ahora viene el de oratoria y liderazgo comunitario, que nos ofrece la CVG. El Dr. Alberto Sanhouse, egresado de la UCV y de la UCAB, ciego, dicta unos talleres sobre las prestaciones sociales. El viernes y el sábado son los talleres de inducción por los 68 créditos concedidos por FONDEMI. Excelente el día del sábado pasado, día del medio ambiente, fui a celebrar la Eucaristía al parque Cachamay, concelebré con el P. Ángel Caraballo, que me tenía bien pegadito a las rúbricas con el libro delante y el dedo señalando la línea que debía de leer. En esa misa los jóvenes del teatro interpretaron una pieza que impresionó. La Coral infantil San Buenaventura fue la encargada de animar los cánticos. Y se hicieron presentes los Crechas de la parroquia.98 jovencitos comulgaron este domingo, 53 hicieron su confirmación a las 11 a.m. (65 la recibieron el sábado y falta el tercer grupo, el sábado 19). El sábado 12 los niños de la catequesis de la diócesis se reúnen en San Buenaventura y celebran el jubileo de los 25 años de la diócesis. Ese sábado tenemos la visita del delegado y del administrador de la Hermandad, EPAP en Paramaconi, encuentro de la Pastoral Familiar porque el 17, 18 y 19 animamos el curso prematrimonial de la diócesis. El domingo en honor a los visitantes tendremos un compartir con todas las pastorales de la parroquia.

Terminamos con la película LA MISION, ese clásico que alquilé para los alumnos de flauta. Y de paso me recuerda que la problemática sigue siendo parecida. Una institución apegada a los ricos, a los “reyes de Portugal y España” y el pueblo que camina tras huellas de dignidad, de fraternidad, de mucha sencillez, de la pobreza evangélica. Cada día tengo más claro que estar con los pobres y mirar la vida desde ellos es un don de Dios. Es un regalo. Y no todos lo han recibido. Es pesadísimo el ambiente clerical que se respira, de poder, sobre todo superficial, de pinta y figurín, de muy poca vida espiritual, de menos sacrificio. Los criterios de los pobres no cuentan para cierta gente de la institución eclesiástica. Buscando salida, la encontramos en la liberación que nos viene de este pueblo organizado, que respira Reino y fraternidad. Liberación desde los laicos, de los que tanto hablamos y en quien tan poco creemos. Estoy de acuerdo con Mari, religiosa de La Compasión que trabajaba en la fábrica y ahora está en el campo de la animación, cuando afirmaba que dejamos de creer en los laicos cuando estos tienen voz propia. Entonces, cuando no son domesticables, pareciera que ya no son los laicos que nosotros queremos. En la Delegación tenemos un caso muy concreto. Hablamos de los carismas, de los objetivos de la Hermandad, de la juventud y la reparación, de ayudar a buscar la vocación que Dios le presenta a la persona. Y aparece LUZ Y VIDA. Delegados de los barrios de Petare tomaron la iniciativa y se da un trabajo de “reconocer”la vida de los que no figuraban -indocumentados-, alfabetización, capacitación, multihogares, Defensa de los derechos más elementales…LUZ Y VIDA es desde Petare una referencia para todo el Estado Miranda. Su programa es impulsar proyectos comunitarios participativos, la promoción de políticas públicas para la infancia y la familia, defensoría del niño y adolescente “BETO MORALES”, formación de agentes de transformación, comunicación y divulgación. Un compromiso de laicos que respondieron y siguen respondiendo a su vocación cristiana, animados en su momento por Eloy Capellán, misionero laico que salió de nuestra parroquia de Majadahonda. LUZ Y VIDA nunca fue comprendida, me confesaba Eloy, nunca fue “aceptada” por la Hermandad. Los responsables de la dirección de la Hermandad no valoraron ese trabajo concreto de laicos que trabajaban con los operarios. No se acercaron y de hecho la rechazaron. (Se inició en 1994 y hoy, 10 de Junio de 2004, LUZ Y VIDA apoya la participación comunitaria en 11 barrios de Petare, en la lucha de exclusión social de no menos de 2750 niños y niñas al año; desde la Defensoría del niño y adolescente “BETO MORALES” atendió a 2081 niños, niñas y adolescentes; gestiona 24 aulas de preescolar hasta la tercera etapa así como 5 multihogares de cuidado diario que atienden 150 niños. LUZ Y VIDA está formando profesionales de la educación por medio de un convenio con la universidad Simón Rodríguez que acredita la experiencia educativa de los trabajadores comunitarios. Actualmente se encuentran en formación 29 educadores. Antonio y yo iniciamos la llama chiquita de la organización y    el acompañamiento respetuoso de vidas y procesos en LUZ Y VIDA y vinieron los laicos, delegados y apóstoles de las comunidades y recorrieron este camino de servicio. Eloy sabe mucho de acompañamiento y de responder a la vocación que Jesús le fue marcando.

Son dos mundos totalmente diferentes. Quien no ha pisado el barrio, quien no se acercó a los pobres del pueblo, no va a entender la maravillosa fuerza de los sencillos, no va a entender las Bienaventuranzas. Las declaraciones, la retórica, las frases hechas… cada día convencen menos. Presiento que en Guayana puede pasar algo parecido a lo ocurrido en Petare, como que ya se están viendo esas primeras impresiones. ¿Qué nos hace vibrar? ¿Desde dónde nos llama Jesús? ¿Con qué medios evangelizamos? ¿Cómo hacer para que la Hermandad que Don Manuel pensó se inserte, eche raíces en Venezuela? ¿Cómo vivir la pobreza con los pobres de la comunidad, cómo proclamamos con nuestra vida que los pobres son el sagrario vivo donde encontramos a Jesús, el peregrino de Emaús, el que es reconocido al compartir? ¿Cómo entusiasmar en el compromiso abierto a los jóvenes aspirantes del CEMS, hoy decepcionados, desilusionados de nosotros?

Sr. Obispo de la diócesis, Mariano Parra, humildemente, está dando pasos concretos de compromiso. Se ha reunido con las comunidades y se comprometió a fortalecer esa línea de jubileo profético, intentando que la CVG devuelva las tierras al pueblo de Paramaconi. 43 familias se organizaron y sólo falta recuperar el título del terreno para cambiar el rancho por casa. Y después de nuestra parroquia, se presentará en el barrio Sabana de Piedra de Jesús Resucitado y en las Colinas de Pinto Salinas, de San Francisco de Asís, en Fco. de Miranda de San Juan Juan Bosco, en todas las parroquias de la Zona 1. Estamos decididos a que la iglesia se ponga al servicio del pueblo, revitalizando el año jubilar de los 25 años de la diócesis. Hablando de aniversario, el año próximo 25 años de San Romero de América. Sería bueno facilitar que gente de la parroquia haga la romería de aniversario hasta El Salvador. Vivir los caminos de Romero, el Hospitalito, Catedral, los poblados, la UCA -mártires jesuitas y mujeres del pueblo- visitar El Paisnal y Aguilares donde Rutilio Grande vivió su entrega martirial. A mi me marcó. Y sé que quien siga el camino de Jesús desde la espiritualidad de Romero se sentirá impactado. Necesitamos conocer más la vida de Monseñor Romero, y de los mártires latinoamericanos. Necesitamos entregarnos con pasión a esa misión de liberación integral que nos ofrece el Evangelio de Jesús. Mientras termino estas líneas estoy escuchando que han sido más de 10.000 los muertos que firmaron contra el Presidente. Celebramos la reunión del EPAP zonal y los curas aprendimos mucho del grupo de laicos que nos presentaron metodologías de organización para los comités de tierra. Agradecemos el aporte de Jesús, de Luis Brito, de Marcano y de Cheo Urbano, más las dos doñas del 5 de Julio. El viernes 18 se encuentran dos delegados laicales de cada parroquia de la Zona 1. Seguimos caminando, fortaleciendo la organización. 

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ECLESALIA, 16 de julio de 2004

'MODELOS DE MUJERES CRISTIANAS EN ANDALUCÍA,
¿MANTENEDORAS O RENOVADORAS DE LA SITUACIÓN ECLESIAL?'

Comunicado final del I Encuentro de ‘Mujeres y Teología’ de Andalucía

MUJERES Y TEOLOGÍA DE SEVILLA

SEVILLA.

ECLESALIA, 16/07/04.- El pasado día 26 de junio, convocadas en esta ocasión por Mujeres y Teología de Sevilla, nos reunimos en la casa de espiritualidad franciscana de Chipiona (Cádiz), junto al Santuario de Regla, alrededor de 40 mujeres, procedentes de las provincias de Cádiz, Córdoba, Málaga y Sevilla, contando, a su vez con la adhesión de los grupos de Almería, Jaén, Huelva y Granada, que, por diversos motivos, no pudieron estar presentes.

La pluralidad de realidades de los grupos andaluces se dio cita en torno a una reflexión común: 'Modelos de mujeres cristianas en Andalucía, ¿Mantenedoras o renovadoras de la situación ecleslial?'.

La mañana del sábado 26, y a pesar de la ola de calor, las organizadoras nos vimos gratamente desbordadas por el número de asistentes, con el lógico problema de alojamiento, que fue resuelto gracias a la disponibilidad del hermano José Antonio, nuestro hospedero, al que desde aquí agradecemos sus atenciones y amabilidad.

Algunas ya nos conocíamos y disfrutábamos de la alegría del reencuentro. Otras se incorporaban por vez primera. Por ello, la primera actividad a las 12 h. fue una breve e informal presentación de los grupos y cada una de sus componentes, momento en el que se pudo comprobar la amplia y variada red que comenzamos a tender; presentación y conocimiento mutuo que tuvo su continuación a las 14 h. en el comedor, donde continuamos compartiendo "pan y vida".

A las 14 h. volvimos al salón de reuniones para escuchar la ponencia central que serviría de eje para vertebrar la posterior reflexión. Esta estuvo a cargo de la teóloga del grupo de "Mujeres y Teología" de Madrid Pilar Yuste que, tras comenzar "embarrándonos" en una dinámica ilustrativa, realizó un recorrido por los distintos modelos y señaló la necesidad de su deconstrucción para, una vez apuntada la dialéctica modernidad -tradición en Andalucía-, constatar el precio que nosotras tenemos que pagar por este "viaje". Después de tratar el tema de la secularización y las causas de algunas respuestas fundamentalistas y misóginas de nuestra Iglesia, con el consecuente aprendizaje que de ellas debemos extraer, y los diversos posicionamientos que la crisis actual nos plantea (¿fuera o dentro?), enfatizó la ponente las aportaciones de la teología feminista tanto en la teoría como para la vida, citando de manera especial los trabajos de las teólogas andaluzas, Mercedes Navarro y Trinidad León.

Tras la ponencia y su posterior reflexión, a las 19 h. los grupos realizamos una exposición extensa de nuestras identidades, en la que se puso de manifiesto nuestra cotidiana presencia en la lucha por las causas de las mujeres y la permanente discusión identitaria de género. Tarea esta que, debido a su profundidad y extensión, tuvimos que enlazar sin solución de continuidad con la cena festiva en la que compartimos y degustamos los riquísimos manjares y vinos de nuestra Andalucía traídos por los distintos grupos, goce que la mayoría rematamos con una inmersión nocturna en la mar de la bahía bajo la luz de la luna creciente con la silueta del Santuario como testigo.

La mañana del domingo estaba reservada a las conclusiones y propuestas que surgieran a la luz de lo escuchado y trabajado y a la celebración, que a las 12,30 nos reunió en torno a la mesa de Jesús para orar y celebrar juntas, así como para plantear el compromiso de futuro que se plasmó en la recogida del testigo por parte del grupo de Cabra (Córdoba), que se encargará de preparar el próximo Encuentro.

Después de las emociones de la celebración había que aterrizar y lo hicimos con las siguientes propuestas:

1.- Valoramos la experiencia de este primer Encuentro como inicio de una andadura común.

2.- Nos reuniremos cada año para seguir reflexionando y compartiendo análisis, caminos y luchas junto con el movimiento feminista, tanto con los movimientos de mujeres más cercanos como con el feminismo internacional.

3.- Intentaremos estar presentes en todo acto colectivo que implique el trabajo eclesial de mujeres para apoyarnos y fortalecer nuestra identidad feminista, siendo el primero que ya tenemos en puertas la Semana de Teología de Andalucía, que en esta ocasión está siendo preparada por "Mujeres en la Iglesia" de Jerez y el Puerto.

4.- Apostamos por una formación teológica de calidad para todas las mujeres, en el marco de la cual cada grupo y cada una de nosotras en particular tenga la oportunidad de llegar hasta donde las opciones comunitarias y personales y las circunstancias particulares le dejen avanzar (desde un plan de formación propio de cada grupo hasta la enseñanza reglada en Escuelas de Teología y Facultades). 

5.- Nos constituimos como "Red de Mujeres Cristianas de Andalucía", para estar en permanente comunicación, en el marco de la red estatal de "Mujeres y Teología".

Somos sabedoras de que este nuestro empeño no es nuevo en la Iglesia. Nos sentimos hijas de aquellas a las que el papa Clemente V, haciendo muy poco honor a su nombre, condenaba en el Concilio de Vienne de 1.312 con estas palabras: "Se nos ha referido de algunas mujeres... alcanzadas de una especie de locura, discuten de la Santa Trinidad y de la esencia divina y expresan sobre las cuestiones de fe y de los sacramentos opiniones contrarias... Puesto que estas mujeres no prometen obediencia a nadie..., ni profesan una regla aprobada..., por ello hemos decidido y decretado con la aprobación del concilio que su modo de vida debe ser prohibido definitivamente y excluido de la Iglesia de Dios" (El lenguaje del deseo. Hadewijch de Amberes).

Quiera Ella que no nos tengamos nosotras que ver en tal situación, sino que contemos con apoyos como el del Cardenal Suenens que recibió un sonoro aplauso cuando en el Aula Conciliar del Vaticano II intervino con estas palabras: "debe invitarse también como oyentes a mujeres, las cuales, si no me equivoco, constituyen la mitad de la humanidad" (Hans Küng: La libertad conquistada, pgna. 467), y que en otra próxima ocasión no seamos ni "invitadas" ni "oyentes" pues nuestra voz esté presente por derecho propio.

Ya sólo nos resta hacer nuestras las poéticas palabras de Hadewijch de Amberes: "Mi angustia es grande, desconocida de los hombres que crueles quieren prohibirme el acceso adonde el Amor encamina sus fuerzas. Ellos lo ignoran, y yo, ¿qué puedo decirles? Debo vivir según soy: lo que el Amor me inspire, eso será mi ser y a él dedicaré mi esfuerzo"

SER mujeres que caminan juntas en Andalucía es hoy nuestra apuesta: ya no morimos en la hoguera, pero existen otras formas más sutiles de matarnos y de silenciar nuestra voz, y, lo que es si cabe más triste, algunas mueren sin saber que existieron.

Para más información: mujeresyteologiadesevilla@hotmail.com

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ECLESALIA, 19 de julio de 2004

PRINCIPIOS ÉTICOS Y PRÁCTICAS LIBERADORAS DE LAS RELIGIONES

Declaración del Simposio sobre Teología Intercultural e Interreligiosa de la Liberación, celebrado dentro del Parlamento de las Religiones del Mundo, los días 11 y 12 de julio de 2004 en Barcelona, dirigido por Juan José Tamayo y Raúl Fornet-Betancourt

VV.AA.

Barcelona, 12 Julio de 2004

Principios

ECLESALIA, 19/07/04.- Las teologías de la liberación y las teologías del diálogo interreligioso, que intentan responder al doble desafío del gran número de pobres y del gran número de religiones en el mundo, han caminado en paralelo, sin apenas dialogo. Durante los últimos años se ha iniciado una etapa de fecunda colaboración entre ellas, centrada en el sufrimiento humano y medioambiental como lugar epistemológico, comprometidas con la liberación de las distintas opresiones por razones de género, etnia, religión, clase social, y en sintonía con el pensamiento crítico, los movimientos sociales y las organizaciones de resistencia global.

El encuentro entre ambas tendencias está dando lugar a una teología interreligiosa e intercultural de la liberación que no se hace desde la centralidad de una sola religión o cultura, sino desde el pluralismo cultural y religioso. En la elaboración de esta teología intervienen las distintas tradiciones religiosas y espirituales de nuestro tiempo en igualdad de condiciones, con la colaboración de las disciplinas que se ocupan del estudio de las religiones.

Esta teología ha de llevar a cabo una crítica de las perversiones en que desembocan con frecuencia las religiones: fanatismo, fundamentalismo, sexismo, intolerancia, alianzas con el poder, falta de democracia interna, ausencia de libertad, trasgresión de los derechos humanos, etc. Debe proponer, a su vez, una ética liberadora, presente en la mayoría de las tradiciones religiosas y espirituales de la humanidad, que podemos resumir en los siguientes principios: 

1. Ética de la liberación, en un mundo dominado por múltiples y crecientes opresiones: ¡Libera al pobre, al oprimido!

2. Ética de la justicia en un mundo estructuralmente injusto: ¡Actúa con justicia en las relaciones con tus semejantes y trabaja en la construcción de un orden internacional justo!     

3. Ética de la gratuidad, en un mundo donde impera el cálculo, el interés, el beneficio, el negocio: ¡Sé generoso! Todo lo que tienes lo has recibido gratis. No hagas negocio con lo gratuito.

4. Ética de la compasión, en un mundo marcado por el dolor y el sufrimiento de las víctimas: ¡Tren entrañas de misericordia! Con los que sufren. Colabora a aliviar su sufrimiento.

5. Ética de la alteridad, de la acogida y de la hospitalidad para con los extranjeros, los refugiados, los sin-papeles, en un mundo que excluye a los de fuera: ¡Reconoce, respeta y acoge al otro como otro, como diferente, no como clon tuyo. La diferencia te enriquece.

6. Ética de la solidaridad, en un mundo donde impera la endogamia en todos los campos de la vida y de las agrupaciones humanas: etnia, clase, familia, etc: ¡Sé ciudadano del mundo! ¡Trabaja por u mundo donde quepamos todos y todas!

7. Ética comunitaria fraterno-sororal, en un mundo patriarcal, donde predomina la discriminación de género, la violencia de género, la división sexual del trabajo, la exclusión social de género, la marginación religiosa de género: ¡Colabora en la construcción de una comunidad de hombres y mujeres iguales, no clónicos!

8. Ética de la paz, inseparable de la justicia, en un mundo de violencia estructural causada por la injusticia del sistema: ¡Si quieres la paz, trabaja por la paz y la justicia a través de la no-violencia activa!

9. Ética de la vida, de todas las vidas, la de los seres humanos y la de la naturaleza, que tiene el mismo derecho a la vida que el ser humano; de la vida de los pobres y oprimidos, que se ve constantemente amenazada: ¡Defiende la vida de todo ser viviente. Vive y ayuda a vivir!

10. Ética de la incompatibilidad entre Dios y el dinero, en un mundo donde se compagina fácilmente la fe en Dios y la adoración a los ídolos, entre ellos al del mercado: ¡Comparte los bienes! Tu acumulación genera el empobrecimiento de quienes viven a tu alrededor.

Prácticas liberadoras

Conscientes de que un diálogo interreligioso de espaldas, en la práctica, al sufrimiento de las personas y los pueblos del mundo, especialmente el sufrimiento global derivado de estructuras humanas injustas, sería un diálogo que perdería su razón de ser.

Conscientes de que nuestro mundo real está dominado por una globalización insolidaria al servicio de los dueños de los mercados en el contexto de uno de los mayores imperios de la historia de la humanidad que controla violentamente las estructuras económicas, sociales, culturales, políticas y los medios de comunicación.

Conscientes de que sería una traición a la vida, a la historia y a nuestras religiones no asumir en este parlamento un compromiso público a favor de la paz y la justicia.

Proponemos, desde nuestro Simposium, las siguientes prácticas liberadoras:

1.- Consideramos fundamental y prioritaria la exigencia de una democratización de los organismos mundiales multilaterales, especialmente de las Naciones Unidas, a todos sus niveles, del  Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. Si esto no es posible con la rapidez que exigen los graves problemas mundiales existentes, habría que pensar en la creación de otros organismo diferentes de los existentes y realmente democráticos.

2.- Las diferentes religiones a las que pertenecemos tienen la obligación ética y religiosa de democratizar sus estructuras de funcionamiento interno. De lo contrario no tendrán autoridad moral para exigir democratización a la sociedad. Ninguna teología ni sistema religioso debe justificar que unas personas actúen en nombre de otras suplantando la libre voluntad de nadie en nombre de ningún principio religioso o ético.

3.- Creemos que este Parlamento de las Religiones y otros movimientos mundiales interreligiosos deben establecer una estrecha relación con el Foro Social Mundial de Puerto Alegre y con otros foros alternativos al actual sistema neoliberal con el fin de construir otro mundo mejor y posible.

4.- Ante la creciente militarización que genera continuas guerras, exigimos una apuesta decidida por la paz, inseparable de la justicia, a través del diálogo interreligioso, la negociación política y la no violencia activa para hacer posible un mundo sin guerras ni terrorismos de ningún signo.

5.- El patriarcado es otro obstáculo fundamental en el camino de la paz y la justicia. Sin la plena igualdad de hombres y mujeres no es posible construir una sociedad intercultural, interreligiosa y justa. Por ello, las religiones deben luchar activamente para eliminar el patriarcado dentro y fuera de ellas mismas.

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ECLESALIA, 23 de julio de 2004

Acercándonos al Xº Congreso Eucarístico Nacional

NUESTRAS MISAS: ENTRE LA CELEBRACIÓN Y LA BLASFEMIA...

“La celebración de una liturgia espléndida, separada de la sensibilidad para con el prójimo necesitado e indefenso, constituye para Dios una abominación y una blasfemia”[1][1]

JUAN PABLO GASME, delegado diocesano - CEN 2004; Diócesis de Zárate Campana

ARGENTINA.

ECLESALIA, 23/07/04.- Siempre me gustó el humor religioso. Ese humor que es capaz de llevar al amor, con inteligencia, ironía y audacia. Hace unos meses volví a mirar unas viñetas de José Luis Cortes. En una de ellas[2][2], Abba (una representación casera de Dios, con bata y triangulo incluído) decía desde una orilla, como esperando recibir a alguien: ¡El cuerpo de Cristo no esta hoy en las patenas, sino en las pateras!. Esa escena se completaba con unas “sombras” o contornos de figuras humanas que parecían estar llegando a la costa. Mi ignorancia no me permitía terminar de descifrar el mensaje que, de todos modos, intuía. Busqué rápidamente el diccionario para entender aquello de “pateras”, pero nada[3][3]. Todo se aclaro una mañana, al leer en el diario la pequeña noticia que acompañaba una foto: Se ahogan 14 ilegales africanos: La guardia Civil española saca del agua el cuerpo de uno de los 14 inmigrantes subsaharianos que murieron ahogados al chocar las dos pateras en las que intentaban alcanzar las islas Canarias. Hay dos desaparecidos, un adulto y un bebé de 9 meses”[4][4].

Entonces comprendí... y me cuestione. ¿Qué sentido tiene honrar y celebrar a Cristo en la Eucaristía y darle, después, la espalda en los incontables lugares donde se me presenta? (me viene a la memoria el capitulo 25 del Evangelio de Mateo). Esto constituye una verdadera blasfemia. No solo mi caso, sino en el de tantas otras personas y comunidades que piensan solo en las “formas” litúrgicas y en los ritos, pero que olvidan la vida cotidiana que los inspira (desde la fe) y hacen oídos sordos frente a las situaciones que demandan no solo la caridad que surge de la limosna (de lo que sobra) sino aquella nacida de la justicia (de la voluntad de Dios).

¿Cuántos grupos de reflexión y acción social existen en nuestras parroquias? ¿Y cuantos de catequesis? O mejor... ¿qué compromisos asumen aquellos/as adolescentes y jóvenes que pasan por las propuestas catequístico pastorales de nuestras comunidades? Las respuestas a estos interrogantes pueden dar pistas de aquello que se considera “importante” en cada lugar. Incluso pueden ayudarnos a entender los distintos modos de creer[5][5].

Estamos a poco menos de dos meses del Xº Congreso Eucarístico Nacional. El contexto social que lo enmarca se presenta como el gran desafío. En palabras de los obispos: La sociedad argentina ha sufrido mucho en los últimos años. Resulta inexplicable, como lo hemos afirmado en frecuentes reflexiones y exhortaciones pastorales, que una tierra tan bendecida por Dios como la nuestra albergue tanta pobreza y marginalidad. Preocupa a la mayoría de los ciudadanos el desgaste que afecta a las instituciones de la República, el debilitamiento de los vínculos sociales y la frustración de tantas esperanzas[6][6]. Después del 2001, la situación sigue siendo critica. La pobreza, la injusticia y el hambre, destructores de la dignidad y de la vida humana, siguen presentes y actúan, más allá de la frialdad matemática de los números que intentan dar una “imagen” de recuperación.

El Congreso Eucarístico no puede ser solo un hecho mas para la Iglesia Argentina, una fecha mas para recordar. No puede quedar solamente como una ocasión para dar grandes discursos o para escuchar a “expertos”, como la posibilidad de satisfacer la devoción (no sin rasgos turísticos) de algunos cristianos con posibilidades económicas de participar, ni como la exaltación de la fe cristiana en una sociedad que se descristianiza.

Es imprescindible preparar la participación de cada comunidad y de cada persona para que podamos vivir juntos en Corrientes un acontecimiento, la acción de la gracia que opera la conversión real en el corazón de todos/as e impulsa al protagonismo en la historia, desde el encuentro con Jesús Sacramentado. El acontecimiento posee una significación profunda y no constituye solamente un conjunto de hechos pasados, alimentadores de nostalgias poco fecundas. "La Eucaristía nos convoca, nos reconcilia, nos solidariza y nos envía" es el dinamismo que orienta la preparación y la vivencia de los días culminantes del CEN 2004 en Corrientes. Reducir la preparación y la vivencia a algunos de estos aspectos será empobrecer y desvirtuar el sentido de esta oportunidad histórica.

El mismo San Juan Crisóstomo exhortaba con fuerza: “¿Quieren en verdad honrar el cuerpo de Cristo? No consientan que esté desnudo. No lo honren en el templo con manteles de seda mientras afuera lo dejan pasar frío y desnudez. Porque el mismo que dijo: ‘Este es mi cuerpo’, y con su palabra afirmó nuestra fe, dijo también: ‘Me vieron hambriento y no me dieron de comer’. Y: ‘Lo que no hicieron con uno de mis hermanos más pequeños, tampoco lo hicieron conmigo’... ¿Qué le aprovecha al Señor que su mesa esté llena de vasos de oro, si Él se consume de hambre? Sacien primero su hambre y luego, con lo que les sobra, adornen también su mesa”.[7][7] Todo esto nos exige decir que “la celebración de una liturgia espléndida, separada de la sensibilidad para con el prójimo necesitado e indefenso, constituye para Dios una abominación y una blasfemia”.[8][8]

La cuestión está planteada: o buscar caminos para hacer de nuestras misas verdaderas celebraciones comunitarias de la Eucaristía (que transforma e impulsa a vivir de fe el día a día, en defensa de la vida) o reunirnos cada fin de semana para insultar al Dios de la Vida...

Tal vez allí nos demos cuenta si la preparación para el Congreso Eucarístico y sus días culminantes son un hecho más en el caminar de nuestras comunidades o un verdadero acontecimiento...

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ECLESALIA, 27 de julio de 2004

EN FAVOR DE TODOS LOS VERDADEROS MATRIMONIOS

Nota de prensa de Moceop

EQUIPO DE PRENSA DE MOCEOP, Juan Cejudo Caldelas.- Cádiz; Andrés Muñoz de Miguel.-Madrid; Teresa Cortés García.- Madrid; Ramón Alario.- Guadalajara. 24/07/04.

ECLESALIA, 27/07/04.- El pasado día 15 de Julio, la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española, ha sacado a la luz pública una Nota “En favor del verdadero matrimonio”. Moceop, como Movimiento de Iglesia, quiere expresar su propia posición ante dicha nota de los obispos.

Compartimos con nuestros obispos la valoración que en dicha nota hacen del verdadero matrimonio entre el hombre y la mujer cuando impera el amor. Pero no compartimos el enfoque que nuestros obispos dan al matrimonio de los homosexuales cuando dicen que “no es justo que dos personas del mismo sexo pretendan casarse” y que ”no es discriminación que las leyes impidan que dos personas del mismos sexo puedan casarse”. O que un supuesto matrimonio entre personas del mismo sexo sea “fabricar moneda falsa”.

Los obispos se sitúan mal en nuestra Sociedad. Deben comprender que el Estado debe dictar leyes para todos los ciudadanos en el ámbito de los derechos civiles de todos ellos y que nunca unos obispos pueden pretender que el legislador dicte las leyes con los criterios morales que puedan tener las distintas religiones o más en concreto la Iglesia Católica. Los tiempos del Nacional Catolicismo quedaron definitivamente superados.

Los obispos, por otra parte, deben comprender que nuestra Sociedad actual es pluriforme. Que cada vez más abundan las relaciones amorosas entre personas del mismo sexo y la realidad de la vida familiar es muy diversa.

El legislador debe dictar normas teniendo en cuenta esa nueva realidad. Por eso nos parece muy positiva esa proposición de Ley que en Septiembre irá al Parlamento para su debate y aprobación en su caso.

Mucho más descabellado nos parece el llamamiento a todos, especialmente a los católicos para que se movilicen a favor del verdadero matrimonio y en contra del matrimonio entre homosexuales. Creemos que también los cristianos debemos apoyar leyes que resulten beneficiosas para todos los ciudadanos, en concreto para los colectivos homosexuales tan marginados una y otra vez por la Iglesia. Marginación que ha llevado recientemente en la Comunidad de Madrid a la presentación de cientos y cientos de declaraciones de apostasías de la fe católica por la cerrazón de la jerarquía a sus legítimos derechos y sus ataques continuados a este colectivo.

Creemos que esta actitud de incomprensión y de no reconocimiento a sus legítimos derechos, debería ser sustituido por posturas de comprensión y apoyo efectivo que no se consigue con palabras bonitas (como se dice en la Nota), pero contradictorias con el contenido de la nota, sino con apoyo real y respeto a las decisiones del Parlamento cuando dicte normas que les beneficien en sus legítimas aspiraciones, hasta ahora ignoradas.

No vemos tanto empeño en nuestros obispos en denunciar los casos de pederastia y de pornografía y prácticas de homosexualidad entre sus propios miembros: obispos seminaristas y rectores de Seminario (como el escándalo reciente de las más de 40.000 fotografías y vídeos pornográficos encontrados en un Seminario de Austria). Hechos que merecieron al obispo el calificativo de “chiquilladas”. O como los últimos casos que recientemente han salido a la luz pública en nuestro país por parte de algunos sacerdotes. Ahí sí que nos gustaría encontrar otra actitud distinta por parte de nuestros obispos.

Entendemos que los obispos están en su legítimo derecho para hablar, opinar y orientar a los fieles católicos, pero desearíamos gestos y signos de mayor comprensión y apoyo a los homosexuales, y desde luego una postura de mayor sintonía con los cambios que se han producido en nuestra Sociedad en la variedad de formas de vida familiar, tan distintas a las tradicionales.

Lo verdaderamente importante es el amor, expresado y vivido entre las personas: pues“ donde hay caridad y amor allí está Dios”. ¿Por qué oponerse tan fuertemente a que el reconocimiento de ese amor pueda tener un cauce de reconocimiento legal?

Nosotros, como colectivo de creyentes en Jesús de Nazareth así lo entendemos. Por eso estamos a favor de todos los verdaderos matrimonios.

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ECLESALIA, 27 de julio de 2004

MATRIMONIO DE HOMOSEXUALES

JUAN LUIS HERRERO DEL POZO, jlherrerodepozo@reterioja.net

LOGROÑO (LA RIOJA).

ECLESALIA, 27/07/04.- Es intolerable, incluso para católicos críticos, la doctrina sexual de la jerarquía en general. Especialmente la de la conferencia episcopal española y obispos concretos en los últimos tiempos. Muy especialmente son indignantes las palabras del arzobispo de Santiago ante el Rey y el Presidente de Gobierno sobre el matrimonio homosexual. Las autoridades religiosas se están cavando la tumba. Lo cual, a mi modesto entender, tampoco es un mal total. Cuanto peor lo hagan, por desgracia ¡antes ‘se caerán los palos de un sombrajo’ que más que cobijar, espanta! Porque no conocen ni conectan con la realidad social; no disponen, como cualquier otra persona o colectivo, de mayor autoridad que el de las razones aportadas y que el referente del Evangelio entendido en comunión con el pueblo creyente y no desde prejuicios seculares; su autoridad no viene de Dios más que la de cualquier otro colectivo: “toda autoridad viene de Dios”. Y, puesto que lo están haciendo tan mal, desde todos esos ángulos, su tiempo ha pasado y la comunidad creyente debe dotarse de otro modelo de organización, tal como explicaré en un próximo escrito.

Voy por partes: 1) el magisterio eclesiástico interfiere en el ejercicio de la autoridad del Estado porque su idea de ésta y de la propia es errónea. 2) se pretende intérprete privilegiado del derecho natural (en matrimonio, divorcio, sexualidad, aborto, homosexualidad...) sin ninguna luz especial humana o sobrenatural. Sin embargo existen razones poderosas para reconocer la legitimidad del matrimonio homosexual. 3) No hay razones para negar que éste tenga un carácter sacramental.

1. La jerarquía tiene ideas confusas y equivocadas sobre la autoridad civil

El legislador no pretende ser un magisterio moral sino un regulador pragmático de la convivencia ciudadana. Y esto sólo desde el consenso social democrático. Los gobernantes pueden y deben propiciar una orientación moral básica desde una ética universal o desde los derechos humanos reconocidos. Y tienen la obligación de educar a la ciudadanía para que sintonice con ellos. Si por encima de la soberanía nacional la legislación internacional recoge tales derechos en un compromiso común, cualquier estado debería asumirlo y forzar lo más posible el consenso nacional si éste fuese opuesto (la ablación en ciertos países). Pero siempre se trata de una medida de democracia y de prudencia política, no de un pronunciamiento teórico de moralidad. Y así el legislador no dice que el aborto, por ej., sea bueno o malo sino que renuncia a prohibirlo o sancionarlo más allá de la voluntad de la colectividad.

No he encontrado todavía argumentos en contra de este razonamiento que me parece de sentido común. Y parece extraño que los eclesiásticos (desde el Papa hasta el último cura) carezcan tanto de él.

En este contexto, la autoridad eclesiástica no puede exceder el magisterio teórico -que obligará a quien lo acepte y siempre que sea fundado- mas no imponer al estado lo que es o no prudente legislar. Es decir, no tiene legitimidad alguna para interferir e impugnar las decisiones políticas democráticamente tomadas, tal como es su costumbre sin ton ni son y desde siempre ¡Y menos en nombre de Dios! ¿Cuándo van a reconocer la sarta ininterrumpida de errores en la historia? Todos los creyentes que caigan en la cuenta de la presente tesis tendrían la obligación moral de denunciar la doctrina papal o episcopal, por errónea y por extralimitar su competencia.

2. El matrimonio entre homosexuales es válido y legítimo.

Al igual que respecto al divorcio (no lo veo claro para el aborto) considero válidas las razones que se aducen habitualmente para aceptar la legitimidad moral de la homosexualidad, como tendencia y como vivencia. No es una anomalía en la especie humana (como no lo es en las animales) sino una cuestión de porcentaje. La naturaleza, al parecer, se ha encargado de que haya mayoría heterosexual para asegurar la procreación. Mas ésta es objetivo de la especie no de cada pareja. Por lo mismo, el matrimonio homosexual no constituye ninguna anomalía. Un defecto grave físico o psicológico podrá, según casos, desaconsejar y hasta prohibir el matrimonio, en razón de la propia pareja o de los descendientes. Pero no es el caso de la homosexualidad que no es defecto físico ni anomalía y menos orientación inmoral. La Iglesia no aporta una sola razón seria en contra, sólo pre-juicios. Los homosexuales se pueden casar si se quieren. El amor adulto es la única justificación válida y, creo yo, necesaria del matrimonio. La opinión pública está suficientemente sensibilizada como para proceder civilmente a una regulación seria y prudente (respecto a modalidad, deberes y derechos) que, repito, no es un juicio de moralidad.

Y ninguna razón y estadística parecen desaconsejar la adopción en la medida en que sea compartir el amor responsable de la pareja con un niño, sobre todo si carece de familia apropiada.

3. ¿Por qué no reconocer a tal matrimonio entre cristianos la densidad de sacramento?

La jerarquía eclesiástica -que es de institución humana- se ha reservado el dominio sacramental que también es de institución humana como lo es toda religión o iglesia. Por supuesto, hablo desde el llamado nuevo paradigma teológico, no desde el viejo. Pero aunque fueran los sacramentos efecto de una revelación o decisión divina, la Iglesia no tendría poder sobre su sustancia natural.

El matrimonio cristiano es naturalmente sacramental por el hecho de que el amor conyugal desde la fe, como símbolo y realidad de comunicación, ayuda a crecer humana y espiritualmente, es decir, ‘santifica’, plenifica a los cónyuges. Exactamente eso es sustancialmente su dimensión sacramental. La autoridad lo podrá regular pero no hasta el punto de impedir o invalidar que sea lo que es por naturaleza. Podrá faltar su reconocimiento canónico (inútil durante los primeros siglos...y hoy también) no su realidad, con o sin presencia del cura, con o sin registro. Afortunadamente, y pese a su doctrina, la autoridad eclesial carece de poder religioso sobre la sustancia de las cosas. Y no tiene más remedio que ir acostumbrándose a ser no reconocida y despojada de sus pretensiones a medida que el pueblo cristiano madure en la fe.

Cualquier pareja de homosexuales deberá encontrar acogida al menos en una comunidad de base y poder celebrar en ella religiosamente su unión. Y tampoco tienen por qué dar mayor importancia a no ser inscritos en un registro parroquial. Muchos se encuentran en esa situación. Es de esperar que las comunidades populares se autonomicen progresivamente en cuanto a bautismos, confirmaciones, comuniones, bodas, etc. Si nos negamos a ser “fichados”, antes adelgazaremos el antievangélico ‘poder’ eclesiástico y contribuiremos a la urgente refundición de la Iglesia.

¡Queridos hermanos obispos, ya que vivís en una burbuja pre-moderna y ninguna persona realmente adulta os entiende, ya que sois más dóciles delegados de la curia romana que pastores audaces, ya que sois más expertos en derecho canónico que sólidos teólogos y buenos biblistas... CALLAOS y no desprestigiéis, al menos, el Evangelio de Jesús! ¿Por qué no habláis, a imagen de san Romero de América, con energía e indignación contra sistemas económico-políticos -con los que siempre habéis colaborado- que mantienen en la postración humana, el dolor y la muerte a más de mil millones de hermanos nuestros? ¡Por transitar ese camino mataron a Jesús!

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ECLESALIA, 27 de julio de 2004

FALTA DE DELICADEZA EN LOS OBISPOS

JOSÉ CENTENO GARCÍA, Licenciado en teología; miembro de la Comisión diocesana de Justicia y Paz

VALLADOLID

ECLESALIA, 27/07/04.- Me hubiese gustado que los Obispos españoles hubiesen sacado una breve nota  el año pasado, apoyando al Papa, que dijesen:"el parlamentario católico tiene el deber moral de expresar clara y públicamnte su desacuerdo y votar contra la intervención militar en Irak y en favor de la Paz". Pero sus razones tuvieron

No me considero obligado, si fuese parlamentario, a votar contra el proyecto de ley  en favor de los matrimonios homosexuales y, como católico, haré caso omiso a la obligación que los Obipos nos quieren imponer a los creyentes a hacer todo lo posible "legítimamente" para que no salga adelante este proyecto de ley.

No considero una deshonra para mi matrimonio  el que  sea reconocido el de los homosexuales . Al contrario, me alegro y apoyo que ellos puedan normalizar su vida jurídicamnete reconociendo su sexualidad tal y como han sido creados por Dios, que lo ha hecho bien y que son ellos tambien "imagen y semejanza de Dios" como afirma la Biblia .

Finalmente no forma parte del credo católico, ni es ningun dogma, ni entra este documente dentro de la infabilidad de la Iglesia;  por eso me permito manifestar que es un abuso de autoridad imponer bajo conciencia su opinión o doctrina por muy episcopal que sea. Es su opinión, muy documentada, muy importante, y tienen derecho a hacerlo pero a nadie obliga lo que no es objeto de la fe.

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ECLESALIA, 30 de julio de 2004

¿HACIA DÓNDE CAMINAMOS?

LUCIANO ESTEBAN PERROTTI, lperrotti@topmail.com.ar

BUENOS AIRES (ARGENTINA).

ECLESALIA, 30/07/04.- Me motivaron estas líneas los diversos artículos que recibo, investigo y leo sobre cómo y qué debemos ser, pensar y buscar como cristianos. Asimismo, la desesperanza, la inquina y la lucha que se ven dentro y fuera de la Iglesia entre sus miembros no miden el daño que provocan en aquellos que durante varias décadas fuimos formados en esta Institución: hasta creer por momentos no saber donde uno esta parado, sin poder discernir si lo que plantean derechas e izquierdas es optimismo o pesimismo. ¿Hacia donde caminamos?...

Es una gran confusión que no permite pensar. Considero que la Iglesia de hoy, esta preocupada y ensimismada por reconocerse si pertenece a la ortodoxia o al progresismo, si la teología de la liberación es mejor o peor que la teología pre-concilio Vaticano II. Pregunto: ¿Que hago con todo lo aprendido durante 27 años de vida cristiana? Así fui educado. ¿Es realmente todo igual?

Les cuento que he padecido, si, pa-de-ci-do, tanto progresistas como ortodoxos recalcitrantes; unos me acusaron de inquisidor y conservador y los otros me mostraron su indiferencia, por ser o pensar algunas cuestiones en otro sentido. Ambos me dolieron en lo mas profundo del espíritu, ¿son ellos mi Iglesia? Y aun me digo, ¿dónde aprendí lo que sé sobre la Santa Iglesia Católica, los preceptos, los dogmas, derechos y deberes, el amor de San Francisco, y todo o gran parte de lo que soy?, porque observo que ninguno asume estas enseñanzas y las puertas se dan contra mi nariz. ¿Somos tan hipócritas que si uno escribe el latín es visto con un sesgo despreciante y/o al hablar en demasía sobre los pobres o conflictos sociales y económicos se es un teólogo tercermundista?

Hermanos, deben poner la casa en orden, no pueden salir a las calles gritando y peleando como si la Casa de Dios fuera un conventillo; el Martín Fierro de José Hernández nos enseña: “... los hermanos sean unidos, esa es la ley primera: en cualquier tiempo que sea, si entre ellos pelean, los devoran los de ajuera (afuera)... ”. Todos llenan sus bocas hablando sobre los hijos y hermanos de esta gran familia cristiana, pero se olvidan que poseemos sentimientos e historias personales muy marcadas a fuego en nuestros corazones. La Iglesia, el catolicismo ha caminado con los pueblos junto a Cristo y sus Santos; ellos son los que nos importan, ellos nos cobijaron, asistieron y son nuestros cayados sobre los que nos apoyamos. Los conflictos que gestan los hombres en medio de la humanidad divina nos producen dolor y sufrimientos. Un sufrir entre seguir amando u odiar; aceptar o rechazar.

No soy de derecha, ni centro, ni izquierda (soy consciente que no hay acto sin una impronta ideológico/política) en ese caso pertenezco a los feligreses que creen en Dios (ese que rezamos y alabamos en el Credo), en la factibilidad de ayudar a los desposeídos, en no cargar con las culpas del mundo y menos aun sabiendo que existen responsables, que una misa ordenada (nada de así como mejor salga) y esperanzadora son posibles, que la Fe es la Fe sin tantos rodeos. Si amo o respeto a Su Santidad, a un amigo, a un desconocido es pura Imitación de Cristo, que la tolerancia religiosa no es hacer o decir lo que te venga en ganas, y puedo seguir enumerando miles de hechos... Puedo ser rebelde y conservador porque no esta escrito en ninguna parte (y si lo estuviera, acabo de romper la regla) que son términos excluyentes.

Siento que cada día la Santa Iglesia pierde herramientas y sentidos que le son propios y muchos de ellos son insustituibles, porque ninguna otra institución nos los puede ofrecer. Se pierde en nimiedades o tal vez en una enormidad de tareas que descuidan sus funciones primordiales. Están en guerra y muchos de nosotros no queremos participar de una lucha que no hemos creado; y como siempre, quedamos en medio de este mare magnum horroroso los que buscamos la Paz, la Justicia, la Tranquilidad, y la Espiritualidad. Se que cada uno de nosotros puede justificar e interpretar los términos que cite; pero ustedes comprenden a que me refiero. No necesito una cátedra sobre ellos. Lucho por ellos cada día, desde mi profesión, mi trabajo, con mi comunidad.

Es muy probable que muchos no quieran o puedan entender mis extensas líneas, pero les aseguro que solo Dios sabe las lagrimas derramadas y oraciones dedicadas a Él. Sobre todo no imaginan las maravillosas respuestas reales y vividas que uno recibe del Altísimo. Por eso, detesto y me molestan estos juegos de hombres imperfectos que alzan la voz, la espada y acuñando el escudo de Cristo, se ocultan tras Él, sin poder ver los sensibles y frágiles que somos y el daño que nos causan.

No es, ni fue mi intención haber querido molestar a nadie, simplemente comentarles algo que muchos piensan y no dicen. Es tal vez una realidad que se ve muy a menudo en mi amada Patria (Argentina). Los respeto a todos, pero seamos mas humanos, dejemos ver nuestra naturaleza divina.

Finalmente, les dejo un extracto de una obra de teatro de Armando Discepolo titulada "Babilonia" que dice: "... vivimos en una ensalada fantástica; ¡Jesu, que babilonia!, señores habitantes, que cada cual se agarra con las uñas que tiene, la cuestión es agarrarse...". 

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[1][1] Comisión Episcopal de Fe y Cultura (1993) Eucaristía: Evangelización y misión, Buenos Aires, pag. 26.

[2][2] Agradezco a José Luis la inspiración (con sus dibujos) y el permiso para utilizarlo en este articulo. Publicada en: Cortes, José Luis (2003) Un Dios llamado ABBA. PPC, Madrid.

[3][3] Según el Diccionario Enciclopédico Espasa Calpe, PATERA: plato de poco fondo de que se usaba en los sacrificios antiguos.

[4][4] Tomado de la edición del diario Clarín del día 18 de abril de 2004, pagina 18.

[5][5] Para esta perspectiva, puede ser interesante el articulo de Andrés Torres Queiruga, “Creer de otra manera”. Publicado en www.servicioskoinonia.org.

[6][6] Convocatoria de los Obispos al Xº Congreso Eucarístico Nacional. Texto Base, Oficina del Libro. Buenos Aires, 2003.

[7][7] San Juan Crisóstomo, Homilías sobre san Mateo, L, 3-4: PG 58, 508-509.

[8][8] Ver cita 1. 

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