La Razón, 11 de septiembre de 2002 LA IGLESIA ESPAÑOLA
CONSIDERARÍA "INMORAL"
El obispo Juan José Omella alerta sobre la
"venganza que pueda representar esta guerra como respuesta al 11-S"
e insta a "agotar todas las vías antes de recurrir al ataque"
ALEX ROSAL
MADRID.
La Iglesia católica en España no considera que se den las condiciones morales legítimas que justifiquen un ataque de Estados Unidos a Irak. Los expertos consultados por LA RAZÓN en materia de Doctrina Social de la Iglesia ¬entre los que se encuentran dos obispos¬, manifiestan que «no se han agotado todas las vías diplomáticas para la resolución del conflicto, además de no quedar suficientemente demostrada la hipotética amenaza que representa el supuesto arsenal de armas químicas de Irak». Así pues, la Iglesia española coincide con la postura del primado católico británico. Esteban García Morencos, experto en cuestiones de moral social, considera que «la Doctrina Social de la Iglesia únicamente admite el derecho a la legítima defensa (constitución Gaudium et spes ¬79,4°- y Catecismo de la Iglesia Católica ¬2308,2°-), derecho que no se presenta en la anunciada invasión de Irak: no ha existido ataque alguno del que defenderse y solamente se aduce la presunta fabricación de armas atómicas (negada por quien fue director de los funcionarios que inspeccionaron Irak), armas que, por otra parte, son ampliamente fabricadas y almacenadas por los países que proyectan la invasión». García Morencos señala que «tanto la constitución Gaudium et spes como el Catecismo de la Iglesia católica , al referirse al derecho a la legítima defensa (que no existe en el supuesto que nos ocupa), consideran la posible intervención de una autoridad internacional competente , y también que se intervenga una vez agotados todos los medios de acuerdo pacíficos . En la anunciada invasión de Irak no interviene ninguna autoridad internacional competente (la mayor parte de los miembros de las Naciones Unidas son contrarios), ni se han agotado ¬casi ni se han iniciado¬ medios de acuerdo pacíficos». ¿Venganza por el 11-S? Juan José Omella, obispo de Barbastro y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, manifiesta que «desconozco los datos que llevan al Presidente de los EE UU a comenzar una hipotética guerra contra Irak. Pero para emitir un juicio moral, hay que tomar en consideración varios elementos del Catecismo. En primer lugar, la guerra no puede ser una respuesta de venganza ante el 11-S, y la coincidencia de fechas ¬el que la posible guerra pueda empezar precisamente ahora¬ puede llevar a plantearnos la posibilidad de que sea una venganza». Omella precisa que «si recurrimos al Concilio Vaticano II, éste nos recuerda que la paz es obra de la justicia y efecto de la caridad. Ante esto me pregunto: ¿Las naciones desarrolladas hacen lo posible para disminuir las diferencias entre ricos y pobres? ¿Es realmente efectiva la promesa de donar 0,7 por ciento ¬que es poco¬ a los países subdesarrollados? ¿Se han agotado todas las vías antes de recurrir a la guerra?». Por su parte el obispo de Mondoñedo, José Gea, subraya que «todos debemos evitar la guerra y los gobernantes deben defender a sus súbditos contra un ataque injusto. No pueden renunciar a defenderlos. Sin embargo, la guerra debe ser el último recurso, una vez agotados todos los demás, y en este caso concreto se deben agotar las vías diplomáticas». Monseñor Gea dice que «las injusticias permanentes son una amenaza para la paz. Si somos conscientes de que los bienes de la creación han sido dados para todos los hombres, es una injusticia permanente el que haya pueblos muriendo de hambre y otros nadando en abundancia». Por último, José Luis Gutiérrez, director de la cátedra Ángel Ayala de la San Pablo-CEU, señala que «la guerra ofensiva debe quedar definitivamente proscrita. Si existen fundadas sospechas sobre la probable existencia de arsenales bacteriológicos en Irak, debe investigarse a fondo. A la ONU corresponde exigir y realizar esta investigación. Si Irak se niega, la sospecha se acrecienta y se hace más probable la causa de la misma. Y es entonces cuando la seguridad común de los pueblos exige la investigación del problema por la ONU. Con las medidas enérgicas en su caso, que el resultado de las investigaciones aconsejen». Al Sr. Obispo de Cádiz y Ceuta
COMUNIDAD CRISTIANA POPULAR "SAN JOSÉ"
Estimado
Sr. Obispo :
La Comunidad Cristiana Popular
"San José" somos un grupo de 6 matrimonios que, desde hace más de
15 años venimos reuniéndonos periódicamente para ayudarnos mutuamente en
nuestra vida familiar y social y, de modo específico, como grupo de creyentes
que queremos vivir nuestra fe en unión con otros grupos y comunidades
similares al nuestro en la Provincia de Cádiz, Andalucía y España.Y en
comunión con la Iglesia
Últimamente, como no podía
ser de otro modo, hemos reflexionado mucho antes, durante y después de la
guerra contra Irak.
Aparte de otras
consideraciones, en nuestra última reunión, nos detuvimos de modo especial
en leer aquellos pasajes de la Biblia que hace referencia a la Paz.
Hemos leido los textos de :
Is. 11,6;32,17;60,17
Os, 2,20
Za, 9,10
Mt. 5,9
Gal.5,22
Ef. 2,14;6,16
Fil,4,7
Hemos recordado el 40
aniversario de la "Pacem in terris".
Y hemos visto con toda
claridad que el cristiano debe ser necesariamente un hombre de paz.
"BIENAVENTURADOS LOS QUE TRABAJAN POR LA PAZ
PORQUE ELLOS SERÁN RECONOCIDOS COMO HIJOS DE DIOS" (Mat.. 5,9)
A partir de aquí comentamos
todos que, cómo unos gobernantes españoles (Presidente, Ministros y
diputados del partido del Gobierno) que, sin fisuras, apoyaron la declaración
de guerra unilateral de EEUU y Reino Unido, puedan declararse y tenerse como
católicos.Actuando contra la posición clarísima de la Iglesia en este
terreno.Contra la firme condena del Papa y del Episcopado.
Una guerra declarada de modo
ilegal e injusto, contra la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU,
contra toda la opinión pública española (91 % en contra), saltándose todas
las reglas del juego internacional y, sobre todo, sabiendo que había
unas vías legales, a través de los inspectores que estaban dando su fruto y
la guerrra podía y debía haber sido evitada.
Por desgracia, en estos días
que, al parecer, oficialmente, " la guerra ha terminado", estamos
viendo las consecuencias que esa guerra ha traido: miles de muertos y heridos,
desplazados, sufrimientos y carencias sin fin, a un pueblo machacado por otras
guerras y por el embargo internacional.
Creemos, Sr. Obispo, que estos
gobernantes no pueden ser llamados cristianos.Y que merecen que la Iglesia, públicamente,
lo dijera y que actuara en consecuencia.Nos duele tener que ver a muchos de
estos señores que han apoyado esta guerra, apareciendo en cofradías de
Semana Santa y asistiendo a actos religiosos, como si tal cosa. Como si lo que
han hecho pudiera ser compatible con su pretendido cristianismo.
Aún recordamos aquella regañina
pública que el Papa dió a Ernesto Cardenal cuando era ministro del Gobierno
Sandinista.Aquellas imágenes circularon por todo el Mundo.¿El Sr. Aznar, sus
ministros y sus diputados no merecerían también ese mismo tratamiento o
mucho mayor?Creemos que se debería hacer público por parte de la Jerarquía, que
ese apoyo a la guerra no es compatible con las actitudes básicas de un
cristiano, ya que, como seguidores de Jesús, somos constructores de la Paz. Y
que no nos digan que para hacer la Paz hay que hacer antes la guerra.Porque el
fin no puede nunca justificar los medios si estos medios son ilícitos e
injustos además de crueles y devastadores.
Nos gustaría mucho poder ver a
nuestros obispos adoptar ese pronunciamiento público contra nuestros
gobernantes.No sólo se atenta contra la vida de los no nacidos ( en el caso
del aborto).También se atenta contra la vida de los miles de seres humanos
que han muerto en esta guerra cruel e injusta, aunque es cierto que todas las
guerras son una tragedia y que deberían ser evitadas.
Sr. Obispo : nos dirijimos a
Ud. porque es Ud. nuestro obispo, pero posiblemente, sean otras instancias
superiores de la Iglesia quienes debieran de adoptar la decisión que le
comentamos.
Si Ud. lo considera
oportuno,nos gustaría trasmitiera a donde corresponda nuestra inquietud o
bien nos lo indique para hacerlo nosotros.
Nuestra Comunidad ha entendido
que tenía que dirigirse a Ud para comunicarle el objeto de nyuestras
reflexiones ya que, sinceramente, en
estos momentos, no entendemos cómo pueden alardear de cristianos quienes de
modo tan descarado han sido copatrocinadores de esta guerra. Y se deberían
adoptar medidas concretas que llegaran a la opinión pública española.
Un cordial saludo.
COMUNIDAD CRISTIANA POPULAR
"SAN JOSÉ".-
Fdo : Juan Cejudo Caldelas
e-mail : jucecal@ono.com
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